El arroz con pollo es un plato emblemático que trasciende fronteras, uniendo sabores, culturas e historias en cada bocado. Esta delicia culinaria, arraigada en la tradición y la simplicidad, es una verdadera celebración de la cocina casera y la capacidad de transformar ingredientes cotidianos en una experiencia gastronómica memorable.
Aunque cada región le imprime su toque único, la esencia del arroz con pollo reside en su combinación armoniosa de pollo suculento y arroz graneado, aderezado con una mezcla vibrante de vegetales y especias. Su versatilidad lo convierte en un favorito universal, perfecto para una comida familiar, una reunión festiva, o simplemente para disfrutar del arte de cocinar. En esta guía, exploraremos no solo cómo preparar este plato clásico, sino también su rica historia, consejos prácticos, y las variaciones que lo hacen tan especial en diferentes culturas.
Historia de la receta
La historia del arroz con pollo se remonta a las culturas antiguas de Asia y España. Se cree que migró de estos lugares hacia el Nuevo Mundo con los conquistadores, adaptándose a los ingredientes locales y variando según la región. Cada país latinoamericano, desde México hasta Argentina, tiene su propia versión, reflejando la diversidad y riqueza de nuestras culturas.

Dato curioso sobre el Arroz con Pollo
¿Sabías que en algunos lugares de América Latina se le añade cerveza al arroz con pollo para darle un sabor más profundo y característico?
Acompañamientos tradicionales
El arroz con pollo se suele acompañar con plátano maduro frito, ensalada fresca y, en algunas regiones, con un delicioso ajiaco o guacamole.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de arroz se debe usar para el arroz con pollo?
Generalmente se recomienda usar un arroz de grano largo como el arroz blanco tipo basmati o jazmín, ya que estos tipos tienden a absorber bien los sabores y no se pegan tanto como el arroz de grano corto. Sin embargo, en algunas recetas tradicionales se utiliza arroz de grano medio para lograr una textura más cremosa.
¿Se puede hacer arroz con pollo con pollo ya cocido o sobras de pollo asado?
Sí, es posible usar pollo cocido o asado que haya sobrado de otras comidas. De hecho, esto puede agregar un sabor adicional al plato. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si se utiliza pollo ya cocido, se debe ajustar el tiempo de cocción para no secar o deshacer el pollo en el proceso.
¿Cuál es el secreto para que el arroz con pollo quede con sabor y no se pegue?
El sabor del arroz con pollo proviene de un buen sofrito de ajo, cebolla, pimientos y especias, así como de un buen caldo donde se cocerá el arroz. Para evitar que el arroz se pegue, es importante utilizar la proporción correcta de líquido, no remover el arroz constantemente una vez que comience a cocinar, y cocinarlo a fuego lento una vez que ha hervido.
¿Cómo se puede evitar que el arroz con pollo quede muy seco o muy caldoso?
La clave está en la cantidad de líquido y en el tiempo de cocción. Si se añade demasiado caldo o agua, el arroz puede quedar muy húmedo. Por otro lado, si no se añade suficiente líquido o se cocina a fuego demasiado alto, el arroz puede quedar seco. También es importante tapar la olla durante la cocción para que el vapor ayude a cocer el arroz uniformemente.
El arroz debe quedar suelto y completamente cocido. Si sigue duro, añade un poco más de agua y cocina por unos minutos más.
Ventajas
El arroz con pollo es una comida completa en sí misma. Es rico en proteínas debido al pollo, mientras que el arroz aporta los carbohidratos necesarios. Además, con la incorporación de verduras, se convierte en una comida equilibrada.

Errores que se deben evitar
- Descuidar el sofrito: El sofrito, una mezcla de cebolla, ajo, pimiento, y a veces tomate y otras hierbas y especias, es la base del sabor del arroz con pollo. Si las verduras no se cocinan hasta que estén bien aromáticas y se desarrollen los sabores, el plato puede terminar siendo insípido. No apresurar este paso es clave para construir un buen sabor.
- Utilizar incorrectamente el líquido de cocción: La cantidad de líquido (agua o caldo) que se utiliza para cocinar el arroz es crítica. Demasiada agua puede hacer que el arroz quede pastoso o caldoso, y muy poca puede hacer que el arroz quede crudo o se pegue al fondo de la olla. Además, usar un caldo sin sabor o de mala calidad puede afectar negativamente al gusto del plato final.
- No respetar los tiempos de cocción: Cada tipo de arroz tiene su tiempo específico de cocción. No seguir las indicaciones del paquete o de la receta puede llevar a un arroz demasiado cocido o, por el contrario, demasiado duro. Además, añadir el arroz al guiso cuando el pollo aún no está cocido puede resultar en un plato desbalanceado donde el pollo está sobre cocido o el arroz insuficientemente cocido.
Aportes para el cuerpo
- Proteínas: Gracias al pollo, esencial para la reparación y construcción de tejidos.
- Carbohidratos: Provenientes del arroz, que nos dan energía.
- Vitaminas y Minerales: Las verduras aportan una variedad de estos, esenciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo.
platos recomendados
Si te encanta el arroz con pollo, te recomendamos probar el «arroz chaufa», «paella» y «risotto de pollo».
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